Con mucha alegría y gratitud compartimos con ustedes el gran regalo de la vocación que Dios sigue realizando para la misión. Durante este verano llevamos a cabo nuestros preseminarios en Arandas Jalisco y San Juan del Río Querétaro. En ambos eventos tuvimos una abundante participación y con mucha esperanza lanzamos las redes para suscitar en los muchachos la sensibilidad y la capacidad de percibir las necesidades de los demás, para que logren plantearse el proyecto de ser colaboradores del Reino de Dios.
En los preseminarios vivimos momentos de oración, convivencia, deporte, preparación, descubrimiento de sí mismos y especialmente de experiencia de Dios que se manifiesta y llama a través de su Palabra y el testimonio de los misioneros. En Arandas comenzamos con la reflexión y autoconocimiento personal, aceptando a Dios como Padre y Creador, después reconociendo a Jesucristo como Hijo y hermano nuestro y finalmente como apóstoles enviados y guiados por el Espíritu Santo.
Una de las actividades que más les gustó a los muchachos fueron las olimpiadas, pues en un ambiente de sana competencia se fueron superando a sí mismos y aprendieron a trabajar en equipo. Las jornadas fueron muy intensas pero llenas de emociones y experiencias que seguramente recordaremos por mucho tiempo porque tocaron la profundidad de nuestras almas.
En San Juan del Río disfrutamos de un torneo de futbol, temas, concursos y diversas actividades que ayudaron a crear un ambiente familiar lleno de gozo y energía que permitieron a los muchachos generar amistad y fraternidad. Entre muchas actividades, tuvimos un paseo a un rancho donde comimos una sabrosa barbacoa recién salidita del horno tradicional con sus pencas de maguey.
Todo el trabajo realizado tiene la finalidad de sembrar en los muchachos la semilla de la vocación, Dios hará germinar lo sembrado para que puedan ir respondiendo al proyecto que les tiene preparado. Gracias a los animadores y a todo el equipo de seminaristas xaverianos y bienechores que apoyaron para que nuestros preseminarios fueran un éxito. Dios sigue llamando y nosotros le ayudamos a que sea escuchado.
