Skip to main content

Algunas orientaciones importantes y urgentes para el futuro inmediato

631/500

En camino hacia el XVIII Capítulo General…

Mi nombre es P. Rubén Macias, tengo más de 45 años dentro de la congregación y en todo mi caminar dentro de ella he visto como la acción del Espíritu Santo se ha hecho presente y guía esta nuestra bendita congregación. Ella no camina por si sola o de la mano únicamente de sus miembros o de su gobierno, sino que él, el Espíritu, bajo mandato de Jesucristo nos sigue llevando por los caminos de la misión.

Nuevamente ahora se nos presenta una oportunidad para dejarnos iluminar y guiar por él. El Capítulo General que se está fraguando lo considero una oportunidad maravillosa y, si me permiten, urgente y delicada, para escuchar la voz del Espíritu y asumir con valentía los rumbos que él nos va a señalar. De eso no tengo ninguna duda, su fuerza, su fuego, su luz se darán cita en Bukavu y nos mostrará la voluntad de Dios para nuestro presente y futuro en la misión.

¿Qué espero del capítulo? Habiendo dicho lo anterior, pido a todos ustedes mis hermanos Xaverianos, a los que estén presentes físicamente en Bukavu, como a los que acompañaremos este momento, escucha atenta, obediencia pronta y concreta osadía. Eso es lo que espero de parte nuestra.

El evangelio de hoy (Lc 7,11-17) resuena fuerte en mi corazon y lo asumo como la voz de Jesús para nosotros en este momento: ante el féretro de la viuda de Naím, dice con fuerte voz: “¡Joven, yo te lo mando, levántate!”. Los tiempos que estamos viviendo exigen de nosotros misioneros audaces que sepan responder a los interrogantes de la misión. Dios quiere seguir evangelizando este mundo y se acerca a nosotros para levantarnos de nuestros letargos y lanzarnos de nuevo, renovados, revitalizados a la misión. Estoy seguro que en el Capítulo general nos hará escuchar su voz, nos ayudará a entender su voluntad, nos describirá los “comos” y los “porqués”, y nos dirá con fuerte voz: ¡levántate! Asume con osadía el reto de evangelizar hoy.

¿Cuáles serían -en mi pobre opinión- las orientaciones importantes y urgentes que es necesario tomar para el futuro inmediato? Antes de opinar sobre algunos campos en particular, quisiera pedir que, tanto el análisis como las opciones a tomar no se hagan solo de manera lineal o puntual, sino tambien de manera transversal. No necesitamos descubrir el hilo de la madeja para construir un futuro, sino unir varios hilos y tejer aquel tejido sobre el cual queremos revestir ese futuro. No veamos los temas como puntos separados a tratar y estudiar sino más bien, verlos en la globalidad, en la interconexión e interdependencia que tienen al definir y construir la identidad y misión del Xaveriano para el próximo futuro.

1.- Verificar y actuar en favor de una autentica ‘perseverancia’ en nuestra vida.

Considero que uno de los temas “transversales” a tratar es la cuestión de la perseverancia. Nuestro fundador le dio mucha importancia a este elemento necesario para nuestra misión, de hecho, en la Carta Testamento pide para cada uno de sus hijos la “perseverancia final” (CT11). Este tema toca ciertamente la dimensión de la Animación Misionera y Vocacional, así como la formación, pero no solo eso, tambien la perseverancia en los profesos perpetuos, en los hermanos ya en obras apostólicas. En nuestras regiones de animación y formación, y hablo más en particular de las regiones donde he trabajado como México y el Burundi, muchos estudiantes que pasan por nuestras casas de formación salen y abandonan el camino; pero no solo ellos, incluso en las etapas finales y hasta pocos años después de la ordenación, hermanos están abandonando el camino de la consagración. Es cierto que estamos viviendo tiempos complejos, con generaciones con una “fragilidad vocacional” fuerte. Pero ante ello, ¿Cómo responder? Se han tomado decisiones fuertes, incluso con las teologías continentales, se han revisado los currículos formativos en algunos continentes, se han incluso añadido años. Mi pregunta, ¿eso bastará o es necesario profundizar aún más, en particular en cuanto a nuestros métodos formativos? ¿nuestras Ratios, nuestras prácticas formativas…? ¿Cómo mejorar en nuestros procesos de discernimiento vocacional y formativo para sembrar las bases que garanticen, en nuestros candidatos una mayor perseverancia?

En los últimos tiempos, hermanos recién ordenados abandonan nuestra congregación, se incardinan en diócesis o simplemente dejan la vida consagrada. En otros casos, hermanos aún con fuerza y juventud para el trabajo apostólico se “sientan” en una vida cómoda, sin compromisos ni entrega por la misión, centrados en solo sus propios intereses y su bienestar. ¿Cómo ayudarlos a alcanzar esta perseverancia final que nos pide Conforti? Entendiendo que no es solo llegar a la muerte con un “habito” puesto, sino con un habito de vida, caracterizado por la entrega, el celo misionero, la pasión por el evangelio.

2.- Trabajar el aspecto de la ‘generatividad’ y, por consiguiente, el ‘sentido de pertenencia’.

En mi vida xaveriana Dios me ha dado la dicha de caminar y crecer al lado de Xaverianos muy trabajadores, apasionados por la misión y entregados por su congregación; hermanos que siempre aportaron para que ella pudiera vivir; buscadores de bienhechores y responsables de la vida económica de su comunidad; al mismo tiempo mostrando su xaverianidad en la entrega apostólica.

Estos testimonios comienzan a estar ausentes en muchas de nuestras comunidades; encontramos una falta de “disponibilidad” para asumir los compromisos comunitarios y responder a las exigencias derivadas de nuestra misma subsistencia económica. En muchas ocasiones se vive de la congregación, pero no para la congregacion; los compromisos personales y las aspiraciones individuales prevalecen sobre el bien de todos. En nuestra región de México notamos una “abundancia” de personal y al mismo tiempo una dificultad para encontrar hermanos disponibles para los servicios requeridos, incluso teniendo que cargar a un hermano con varias responsabilidades, pues “no hay nadie mas que lo haga”, aún si en el “Stato del personale” la lista de nombres es larga. Junto con esto, se añade la realidad de hermanos en “situaciones personales” que se alargan en el tiempo sin ser resueltas, dejando a hermanos por mucho tiempo no disponibles porque están en procesos personales. Estudios que no terminan y compromisos personales que no concluyen.

¿Cómo asumir esta responsabilidad de la “generatividad”? ¿Cómo convertirnos en Xaverianos generosos, disponibles y entregados por la misión y solo por la misión? ¿Cómo vivir de manera concreta, real y productiva ese “amor intenso hacia nuestra familia religiosa” como nos pide Conforti (CT10)?

En este tema ciertamente entran todas las cuestiones de la economía, la cuestión de la autosuficiencia y la corresponsabilidad (C 28). Si se quiere, sería bueno también tocar el aspecto técnico de la “pobreza radical” (C. 29) o de la visión de la Providencia.

3.- El tema del “caminar juntos” o la sinodalidad.

Esto, no solo porque sea un “tema de moda” en la Iglesia, sino porque es en verdad un reto para los Xaverianos de este nuestro tiempo. Este tema toca los aspectos concretos de la vida comunitaria, de los compromisos apostólicos donde la comunidad debería ser en verdad “el sujeto de la misión”, como consecuencia se puede hablar del reposicionamiento como una manera de “aligerar” nuestras cargas para una mayor disponibilidad al trabajo en común y el caminar juntos en proyectos que dan identidad a nuestro ser Xaverianos.

No quisiera terminar este compartir sin responder a la última pregunta, es cuestión de honestidad y de respeto. ¿Y en medio de todo esto señalado, a que me comprometo? ¿Qué me pide la situación actual de la congregación? Me pide compromiso, entrega, disponibilidad y amor profundo por mi congregación. Comencé este diálogo reconociéndome un xaveriano de más de 45 años dentro de la congregacion, considero que estos años no han sido en balde, los he vivido con una cierta entrega y con un corazon siempre agradecido. Estoy dispuesto a seguir adelante y trabajar; quisiera mejorar, aprender más. Actualmente ejerzo el servicio de la formación como rector de la comunidad de la teología de México. Reconozco los retos que ello implica y mis deficiencias y límites. Quiero aprender, quiero mejorar y dar cada día un mejor servicio. Si esto implica tomar mas tiempo para especializarme, estoy dispuesto a hacerlo; si implica más tiempo en el acompañamiento, ahí estoy. Si mañana se me pide otro servicio, regresar al Burundi o hacer otro servicio, deseo hacerlo con todo mi esfuerzo. Por el momento me comprometo a hacer mejor el servicio de la formación, a ayudar a mi región en los servicios que se me piden y a mostrar disponibilidad para mi Congregación.


Alcune indicazioni importanti e urgenti per l'immediato futuro

In cammino verso il XVIII Capitolo Generale

Mi chiamo Rubén Macias, ho vissuto più di 45 anni nella Congregazione e in tutti questi anni ho visto come l’azione dello Spirito Santo si è fatta presente e guida il nostro Istituto. Questo non va avanti solamente con le sue forze o unicamente per l’opera dei suoi membri e di chi lo governa, ma è lo Spirito che, in compimento del mandato di Gesù Cristo, continua a guidarci per i cammini della missione.

Adesso ci viene offerta una nuova occasione per lasciarci guidare e illuminare da Lui. Considero che il Capitolo Generale che stiamo preparando sia una opportunità straordinaria e, se permettete, urgente e delicata, per ascoltare la voce dello Spirito e prendere con audacia la direzione che Lui ci indicherà. Su questo non ho dubbi, la sua forza, il suo fuoco, la sua luce si faranno presenti a Bukavu e ci mostrerà la volontà di Dio per il presente e il futuro della nostra missione.

Che cosa mi aspetto dal Capitolo? Dopo quello che ho detto, chiedo a tutti voi fratelli Saveriani, sia quelli che saranno presenti fisicamente a Bukavu, sia a quelli che accompagneranno questo momento, un ascolto attento, una obbedienza pronta e una concreta audacia. Questo è ciò che mi aspetto da parte nostra.

Il vangelo di oggi (Lc 7,11-17) risuona fortemente nel mio cuore e lo considero come la voce di Gesù per noi in questo momento: davanti alla bara del figlio della vedova di Nain, dice «Giovinetto, dico a te, alzati!». I tempi che stiamo vivendo esigono da noi missionari coraggiosi che sappiano rispondere alle sfide della missione. Dio vuole continuare ad evangelizzare questo mondo, e si avvicina a noi per sollevarci dal nostro letargo e lanciarci di nuovo alla missione con uno spirito rinnovato e pieno di vita. Sono sicuro che nel Capitolo Generale ci farà udire la sua voce, ci aiuterà a comprendere la sua volontà, ci descriverà i “come” e i “perché”, e ci dirà con voce potente: alzati! Accogli con coraggio la sfida dell’evangelizzazione nel mondo di oggi.

Quali sarebbero – secondo il mio parere – gli orientamenti importanti e urgenti da prendere per il futuro immediato? Prima di esprimere un parere su alcuni ambiti in particolare, vorrei chiedere che, tanto l’analisi come le scelte tra le varie opzioni, non si facciano solo in modo lineare o puntuale, ma anche in modo trasversale. Non abbiamo bisogno di scoprire il filo della matassa per costruire un futuro, ma di unire i vari fili e di fabbricare quel tessuto con il quale vogliamo rivestire quel futuro. Non dobbiamo vedere i temi come punti separati da trattare e studiare, piuttosto cerchiamo di vederli nella globalità, nella loro interconnessione e interdipendenza nel definire e costruire l’identità e la missione del saveriano per il prossimo futuro.

1.- Verificare e attuare in favore di un’autentica “perseveranza” nella nostra vita.

Credo che uno dei temi “trasversali” da trattare sia la questione della “perseveranza”. Il nostro Fondatore ha dato una notevole importanza a questo elemento necessario per la nostra missione. Di fatto, nella Lettera Testamento chiede per ciascuno dei suoi figli la “perseveranza finale” (LT 11). Questo tema tocca certamente la dimensione dell’Animazione Missionaria e Vocazionale, così come la formazione, e non solo questa, ma anche la perseveranza nei professi perpetui, e nei fratelli che già stanno lavorando nel campo apostolico. Nelle nostre circoscrizioni di animazione e formazione, e parlo in modo particolare delle regioni dove ho lavorato come il Messico e il Burundi, molti studenti che passano nelle nostre case di formazione escono e abbandonano il cammino; e non solo, anche nelle tappe conclusive e persino pochi anni dopo l’ordinazione, alcuni fratelli stanno abbandonando il cammino della consacrazione.

Certamente stiamo vivendo tempi complessi, con generazioni che manifestano una grande “fragilità vocazionale”. E davanti a questo come rispondiamo? Si sono prese decisioni forti, anche con le teologie continentali; sono stati rivisti i curricoli formativi in alcuni continenti, e sono anche stati aggiunti degli anni. Allora mi chiedo: questo, sarà sufficiente o bisognerà andare più in profondità, e prendere in considerazione i nostri metodi formativi? Le nostre Ratio, le nostre pratiche formative …? Come migliorare i nostri processi di discernimento vocazionale e formativo per offrire delle solide basi che garantiscano nei nostri candidati una maggiore perseveranza?

Negli ultimi tempi, confratelli che sono stati ordinati da poco tempo lasciano il nostro Istituto, si incardinano nella diocesi o semplicemente abbandonano la vita consacrata. In altri casi, confratelli ancora nel pieno delle forze e della gioventù per affrontare il lavoro apostolico, si “adagiano” in una vita comoda, senza impegno e sforzo per la missione, concentrati soltanto sul proprio interesse e benessere. Come aiutarli a raggiungere questa perseveranza finale che ci chiede il fondatore? Comprendendo che non si tratta solo di arrivare alla morte con un “vestito”, ma con un vestito di vita, caratterizzato dall’impegno, dallo zelo missionario e la passione per il Vangelo.

2.- Lavorare sull’aspetto della “generatività” e, di conseguenza, sul “senso di appartenenza”.

Nella mia vita saveriana Dio mi ha concesso la fortuna di camminare e crescere a fianco di saveriani che erano dei grandi lavoratori, con la passione per la missione e impegnati per la loro congregazione; confratelli che hanno dato un contributo notevole alla vita dell’Istituto; impegnati a cercare benefattori, e responsabili della vita economica delle proprie comunità, e che, nello stesso tempo, manifestavano la propria saverianità nell’impegno apostolico.

Queste testimonianze cominciano a venir meno in molte delle nostre comunità; troviamo una mancanza di “disponibilità” per assumere gli impegni comunitari e rispondere alle esigenze che derivano dalle necessità economiche. In molte occasioni si vive della congregazione, ma non per la congregazione; gli impegni e gli interessi personali vengono anteposti al bene di tutti. Nella nostra regione del Messico notiamo una certa “abbondanza” di personale e nello stesso tempo una difficoltà a trovare confratelli disponibili per i servizi richiesti, con la conseguenza di dover sovraccaricare confratelli che hanno già varie responsabilità, perché non ci sono altre persone che se ne facciano carico, nonostante nella Stato del Personale la lista dei nomi sia lunga. A tutto questo si aggiunge la realtà di quei confratelli che si trovano in “situazioni personali” che si prolungano nel tempo senza giungere a una soluzione, con la conseguenza della non disponibilità di questi fratelli che stanno seguendo dei processi personali. Studi che non terminano mai e impegni che si prolungano continuamente.

Come assumere questa responsabilità della “generatività”? Come convertirci in Saveriani generosi, disponibili e impegnati per la missione e solo per la missione? Come vivere in modo concreto, reale e fruttuoso quell’amore intenso per la nostra famiglia religiosa come ci chiede Conforti (LT 10)?

In questo tema entrano certamente tutte le questioni legate all’economia, come l’autosostentamento e la corresponsabilità (C 28). Se si vuole, sarebbe anche opportuno toccare il tema della “povertà radicale” (C 29) o della visione della Provvidenza.

3.- Il tema del “camminare insieme” o sinodalità.

Questo non solo perché si tratta di un “tema di moda” nella Chiesa, ma perché si tratta di una vera sfida per i Saveriani del nostro tempo. È un tema che tocca gli aspetti concreti della vita comunitaria, degli impegni apostolici dove la comunità dovrebbe essere il vero “soggetto della missione”. Di conseguenza si può parlare di riposizionamento come di un modo di “alleggerire” i nostri pesi per una maggiore disponibilità al lavoro comune e al camminare insieme in progetti che corrispondono alla nostra identità saveriana.

Non vorrei concludere questa condivisione senza rispondere all’ultima domanda, per motivi di onestà e rispetto. Davanti a tutto questo di cui ho parlato, qual è il mio impegno? Che cosa mi chiede la situazione attuale della congregazione? Mi chiede impegno, zelo, disponibilità e amore profondo per il mio Istituto. Ho iniziato questo dialogo riconoscendomi un saveriano con più di 45 anni di vita dentro la congregazione, e posso dire che questi anni non sono passati invano, li ho vissuti con un certo impegno e con un cuore sempre riconoscente. Sono disposto ad andare avanti e a lavorare; vorrei migliorare, imparare di più. Attualmente svolgo un servizio nella formazione come rettore della comunità del teologato del Messico. Riconosco le sfide che questo servizio implica e i miei limiti e le mie carenze. Voglio imparare, migliorare e offrire ogni giorno un servizio migliore. Se questo implica prendere più tempo per specializzarmi, sono disposto a farlo; se implica dare più tempo nell’accompagnamento, sono pronto. Se domani mi venisse chiesto un altro servizio, ritornare in Burundi o qualcos’altro, vorrei farlo mettendo in campo tutte le mie forze. Al momento mi impegno a svolgere nel modo migliore il servizio della formazione, ad aiutare la mia regione nei servizi che mi vengono richiesti e a mostrare la mia disponibilità per la mia Congregazione.


Some important and urgent indications for the near future

Walking towards the XVIII General Chapter

My name is Rubén Macias. I have been living in the Congregation for more than 45 years and throughout these years I have seen the action of the Holy Spirit present in and leading our Institute, which cannot keep going on only with its own strengths or by relying solely on the work of its members and the leadership of its superiors. It is the Spirit who, in fulfilment of Jesus Christ’s mandate, keeps leading us through the paths of mission.

We are now presented with another occasion for allowing Him to lead and illumine us. I consider the General Chapter we are now preparing as an extraordinary and – allow me to say – urgent and delicate chance for listening to the voice of the Spirit and heading in the direction He will show us. I have no doubt about this: His strength, fire, lights will be present in Bukavu to show us God’s will for the present and future of our mission.

What are my expectations of the Chapter? After what I have just said, I ask of you Xaverian confreres, both those who will be present in person in Bukavu and those that will accompany the event from afar, careful listening, ready obedience and concrete audacity. This is what I expect from our part.

The Gospel of today (Lk 7: 11-17) strongly resonates in my heart and I consider it as Jesus’ voice that talks to us in this moment: in front of the coffin carrying the son of a widow from Nain, He says: "Young man, I tell you, arise!" Our times demand courageous missionaries of us, demand missionaries that are able to meet the challenges of mission. God wants to continue evangelising this world. He comes close to us to help us recover from our lethargy and launch us once again into mission with a renewed spirit and filled with life. I am sure, we will hear His voice during the General Chapter; he will help us understand His will and will describe to us the “hows” and “whys” and will tell us with mighty voice: stand up! Be bold and welcome the challenge of world evangelisation today.

Which are – according to me – the important and urgent guidelines that should be adopted for the immediate future? Before expressing my opinion on some particular fields, I would like to ask that both analysis and choices among various options be done, not only in a linear or point-by-point manner, but also crosswise or holistically. We do not need to find out the yarn in the skein in order to build the future but need to unite various yarns and weave the cloth with which we want to dress the future. We should not deal with the topics as separated points that have to be treated and studied independently, rather let us look at them as a whole, as interconnected and interdependent insofar as we define and construct the Xaverian identity and mission of the near future.

1. Evaluate and act in favour of an authentic “perseverance” in our life.

I believe that one of the “transverse” issues to be dealt is that of “perseverance”. The Founder gave prominence to this element which is necessary for our mission. As a matter of fact, in the Testament Letter, he asks for each of his sons the “final perseverance” (LT 11). This issue certainly touches upon the domain of mission awareness and vocation promotion, as well as upon that of formation; but not only this; it is also about the perseverance of perpetual professed and those brothers who are already at work in the apostolic field. In those Circumscriptions that are mainly involved in mission awareness promotion and formation – I refer in particular to the regions where I have worked, such as Mexico and Burundi – many students pass through our formation houses, then leave and abandon their vocation journey; some brothers abandon the path of consecration in the final stages of formation or even few years after ordination.

We certainly live in complex times, with generations that manifest a great “vocation fragility”. How are we responding to this situation? We have taken tough decisions, including decisions about the continental Theologates; in some continents, we have reviewed our formation programmes and, in some cases, added extra years to the curricula. Thus, I ask myself: will this be sufficient, or will we need to take deeper actions and reconsider the methods applied in our formation? What about our Ratio Formationis, our formation practices and so on? How can we improve our processes of vocation discernment and formation in order to offer solid bases that ensure greater perseverance in our candidates?

In recent times, several confreres that were ordained a short time ago have been leaving our Institute: they were incardinated in the dioceses or simply abandoned consecrated life altogether. In other cases, certain confreres, who are still in the prime of life, full of strength and able to undertake apostolic work, “withdraw” into a comfortable life; without commitment and efforts for the mission, they concentrate simply on their own interest and wellbeing. In which ways can we help them achieve that final perseverance the Founder asks of us? For final perseverance is not simply about reaching the end of life with a “cloth” on, but about wearing a “lifelong cloth”, characterised by commitment, missionary zeal and passion for the Gospel.

2. Working up the aspects of “fecundity” and, as a consequence, “sense of belonging”

During my Xaverian life, God has blessed me with the chance to walk and grow alongside Xaverians who were hard workers, with a passion for the mission and committed to their congregation. Those confreres gave a conspicuous contribution to the life of the Institute. They worked to look for benefactors. They dedicated themselves to the economic life of their communities and, at the same time, expressed their being Xaverians through an intense apostolate.

Similar witnesses are becoming fewer in many of our communities; in fact, we find less “readiness” to shoulder community commitments and meet economic needs. On many occasions, one lives on the congregation rather than for the congregation, as personal commitments and interests come before the good of all. In our region of Mexico, we notice a certain “abundance” of personnel but, at the same time, a difficulty in finding confreres willing to carry out some needed services. As a result, some confreres, who already have many responsibilities, must be overburdened with extra ones because someone else passes the buck, and there is no person available despite a long list of names in the Personnel Directory (Stato del Personale). Moreover, there are confreres who find themselves in a particular “personal situation” which is endlessly prolonged in time and comes to no solution. Thus, even these confreres are not available for they are entangled in personal processes. There are periods of study which never end and particular commitments that keep being extended.

How can the responsibility of “fecundity” be shouldered? How can we convert ourselves into generous and available Xaverians that are committed to the mission and only to the mission? How can we live in a concrete, real and fruitful fashion that spirit of intense love for our religious family which Conforti asks of us (LT 10).

Surely, all the issues about economy, self-support and co-responsibility are tied to this topic (C 28). If we want to, to tackle the issue of “radical poverty” (C. 29) or of the vision of Providence would also be appropriate.

3. The theme of “walking together” or synodality.

This is not simply a “fashionable theme” in the Church, but it is a real challenge to the Xaverians of our time. This theme touches upon the concrete aspects of community life and of apostolic commitments in situations where the community should be the actual “subject of mission”. Consequently, we can speak of “repositioning” as a way of “lightening” our burdens through greater availability to the common work and walking together in projects that correspond to our Xaverian identity.

Out of honesty and respect, I would not like to close my sharing without answering another question. Which is my own commitment vis-à-vis all that I have been talking so far? What does the current situation of the congregation require of me? It asks for my commitment, zeal, readiness and deep love for my Institute. I began this dialogue by recognising that I am a Xaverian with more than 45 years spent in the Congregation. I can say that all these years were not spent in vain; in fact, I lived these years with some dedication and an always grateful heart. I am willing to keep going on and work. I would like to improve and learn many more things. I am presently serving in the formation field as rector of the Theologate of Mexico. I am aware of the challenges that a similar service involves and of my own limits and shortcomings. I want to learn, improve and offer every day a better service. If this implies taking time to get a specialisation, I am willing to do so; if it implies giving more time to accompanying the vocation journey of our candidates, I am ready. If tomorrow I were requested a different service or to go back to Burundi or anything else, I would do it to the best of my abilities.

Right now, I am striving to carry out the service of formation in the best possible way, to help my region in those services that are requested of me, and to show my availability for the Congregation.


Quelques indications importantes et urgentes pour l'avenir immédiat

En route vers le XVIIIème Chapitre Général...

Je suis P. Rubén Macias, j’ai plus de 45 ans au sein de la congrégation et le long de mon cheminement au sein de celle-ci, j’ai vu comment l’action du Saint-Esprit est devenue présente et guide cette famille bénie. Elle ne marche pas seule ou seulement par la force de ses membres ou de son gouvernement, mais lui, l’Esprit, sous le commandement de Jésus-Christ, continue à nous conduire sur les chemins de la mission.

Une fois de plus, nous avons l’occasion de nous laisser éclairer et guider par lui. Le Chapitre général qui se prépare est pour moi une occasion merveilleuse et, si vous me le permettez, urgente et délicate, pour écouter la voix de l’Esprit et prendre courageusement les directions qu’il va nous indiquer. Je n’ai aucun doute à ce sujet, sa force, son feu, sa lumière se réuniront à Bukavu et nous montreront la volonté de Dieu pour notre présent et notre avenir dans la mission.

Qu’est-ce que j’attends du chapitre ? De ce qui précède, je vous demande à vous tous mes frères Xavériens, à ceux qui seront physiquement présents à Bukavu, comme à ceux qui accompagneront de loin ce moment, une écoute attentive, une obéissance prompte et un courage d’oser. C’est ce que j’attends de nous.

L’évangile d’aujourd’hui (Lc 7,11-17) résonne fort dans mon cœur et je l’assume comme la voix de Jésus pour nous en ce moment : devant le cercueil de la veuve de Naïm, il dit avec une voix forte : "Jeune, je te l’ordonne, lève-toi !". Les temps que nous vivons exigent de nous des missionnaires courageux qui sachent répondre aux interrogations de la mission. Dieu veut continuer à évangéliser ce monde et s’approche de nous pour nous relever de nos léthargies et nous lancer à nouveau, renouvelés, revitalisés dans la mission. Je suis sûr qu’au Chapitre général, il nous fera entendre sa voix, nous aidera à comprendre sa volonté, nous décrira les "comment" et les "pourquoi", et nous dira avec une forte voix : lève-toi ! Accepte avec audace le défi d’évangéliser aujourd’hui.

Quelles seraient, selon moi, les orientations importantes et urgentes à prendre pour l’avenir immédiat ? Avant de commenter certains domaines en particulier, je voudrais demander que l’analyse et les choix à faire ne se fassent pas seulement de manière linéaire ou ponctuelle, mais aussi de manière transversale. Nous n’avons pas besoin de découvrir le fil de l’écheveau pour construire un avenir, mais d’unir plusieurs fils et de tisser ce tissu sur lequel nous voulons revêtir cet avenir. Ne considérons pas les sujets comme des points séparés à traiter et à étudier, mais plutôt, les voir dans la globalité, dans l’interconnexion et l’interdépendance qu’ils ont en définissant et en construisant l’identité et la mission du Xavérien pour l’avenir proche.

1.- Vérifier et agir en faveur d’une authentique 'persévérance' dans notre vie.

Je pense que l’un des thèmes "transversaux" à aborder est la question de la persévérance. Notre fondateur a accordé beaucoup d’importance à cet élément nécessaire à notre mission, en effet, dans la Lettre Testament il demande pour chacun de ses fils la "persévérance finale" (LT11). Ce thème touche certainement la dimension de l’Animation Missionnaire et Vocationnelle, ainsi que la formation, mais pas seulement cela, mais aussi la persévérance chez les profès perpétuels, chez les frères et dans les œuvres apostoliques. Dans nos régions d’animation et de formation, et je parle plus particulièrement des régions où j’ai travaillé comme le Mexique et le Burundi, beaucoup d’étudiants qui passent par nos maisons de formation sortent et abandonnent le chemin ; mais non seulement eux, même dans les étapes finales et jusqu’à quelques années après l’ordination, des frères abandonnent le chemin de la consécration. Il est vrai que nous vivons des temps complexes, avec des générations caractérisées par une "fragilité vocationnelle" forte. Mais face à cela, comment répondre ? Des décisions fortes ont été prises, même avec les théologies continentales, les programmes de formation ont été révisés sur certains continents, des années ont même été ajoutées. Ma question, cela suffira-t-il ou faut-il approfondir davantage, notamment en ce qui concerne nos méthodes de formation ? Nos rapports, nos pratiques de formation... ? Comment améliorer nos processus de discernement vocationnel et formatif pour poser des bases qui garantissent, chez nos candidats, une plus grande persévérance ?

Ces derniers temps, des frères nouvellement ordonnés quittent notre congrégation, s’incardinent dans des diocèses ou quittent simplement la vie consacrée. Dans d’autres cas, des frères encore forts et jeunes pour le travail apostolique ‘’s’installent" dans une vie confortable, sans compromis ni dévouement pour la mission, centrés sur leurs propres intérêts et leur bien-être. Comment les aider à atteindre cette persévérance finale que Conforti nous demande ? Comprendre que ce n’est pas seulement arriver à la mort avec un "habit" mis, mais avec un habit de vie, caractérisé par le dévouement, le zèle missionnaire, la passion pour l’Evangile.

2.- Travailler l’aspect de la 'générativité' et, par conséquent, le 'sentiment d’appartenance'

Dans ma vie xavérienne Dieu m’a donné la joie de marcher et de grandir aux côtés de Xavériens travailleurs, passionnés pour la mission et dévoués pour la congrégation ; des frères qui ont toujours apporté pour que la congrégation puisse vivre ; des chercheurs de bienfaiteurs et responsables de la vie économique de leur communauté ; tout en montrant leur xavérianeité dans le don apostolique.

Ces témoignages commencent à devenir rares dans beaucoup de nos communautés ; nous trouvons un manque de "disponibilité" pour assumer les engagements communautaires et répondre aux exigences découlant de notre propre subsistance économique. On vit souvent de la congrégation, mais pas pour la Congrégation ; les engagements personnels et les aspirations individuelles l’emportent sur le bien de tous. Dans notre région du Mexique, nous notons une "abondance" de personnel et en même temps une difficulté à trouver des frères disponibles pour les services requis, jusqu’au point de décharger sur un frère avec plusieurs responsabilités, car "il n’y a personne d’autre pour le faire", malgré la longue liste des noms que nous trouvons dans notre "Stato del personale". A ceci s’ajoute la réalité de frères dans des "situations personnelles" qui se prolongent dans le temps sans être résolues. On laisse des frères pour longtemps indisponibles parce qu’ils sont dans des processus personnels. Des études qui ne terminent pas et des engagements personnels qui ne finissent pas.

Comment assumer cette responsabilité de la "générativité" ? Comment devenir des Xavériens généreux, disponibles et dévoués pour la mission et seulement pour la mission ? Comment vivre de manière concrète, réelle et productive cet "amour intense envers notre famille religieuse" comme nous le demande Conforti (LT10) ?

Dans ce thème trouvent certainement place toutes les questions de l’économie, de l’autosuffisance et de la coresponsabilité (C 28). Si l’on veut, il serait bon aussi de toucher l’aspect technique de la "pauvreté radicale" (C 29) ou de la vision de la Providence.

3.- Le thème du "marcher ensemble" ou la synodalité

Ce n’est pas parce que c’est un "thème à la mode" dans l’Église, mais parce que c’est vraiment un défi pour les Xavériens de notre temps. Ce thème touche les aspects concrets de la vie communautaire, des engagements apostoliques où la communauté devrait vraiment être "le sujet de la mission", par conséquent on peut parler du repositionnement comme d’une manière d'"alléger" nos charges pour une plus grande disponibilité au travail en commun et marcher ensemble sur des projets qui donnent identité à notre être Xavériens.

Je ne voudrais pas terminer ce partage sans répondre à la dernière question, c’est une question d’honnêteté et de respect. Face à tout ce qui est indiqué, à quoi je m’engage ? Que me demande la situation actuelle de la congrégation ? Elle me demande engagement, dévouement, disponibilité et amour profond pour ma congrégation. J’ai commencé ce dialogue en me reconnaissant xavérien de plus de 45 ans dans la Congrégation, je considère que ces années n’ont pas été en vain, je les ai vécues avec un certain dévouement et un cœur toujours reconnaissant. Je suis prêt à aller de l’avant et à travailler ; je voudrais m’améliorer, apprendre davantage. Actuellement, j’exerce le service de la formation comme recteur de la communauté de la théologie du Mexique. Je reconnais les défis que cela implique et mes faiblesses et mes limites. Je veux apprendre, je veux améliorer et rendre chaque jour un meilleur service. Si cela implique prendre plus de temps pour me spécialiser, je suis prêt à le faire ; si cela implique plus de temps pour l’accompagnement, je suis là. Si on me demande demain un autre service, de retourner au Burundi ou de faire un autre service, je veux le faire avec toutes mes forces. Pour le moment, je m’engage à mieux faire le service de la formation, à aider ma région dans les services qui me sont demandés et à faire preuve de ma disponibilité pour ma Congrégation.


Em caminho rumo ao XVIII Capítulo Geral

Meu nome é Rubén Macias, vivi mais de 45 anos na Congregação e em todos esses anos vi como a ação do Espírito Santo se fez presente guiando nosso Instituto. Ele não vai adiante apenas por sua própria força ou unicamente pelo trabalho de seus membros e daqueles que o governam, mas é o Espírito que, em cumprimento do mandato de Jesus Cristo, continua a nos guiar pelos caminhos da missão.

Agora nos é oferecida uma nova oportunidade de nos deixarmos guiar e iluminar por Ele. Considero o Capítulo Geral que estamos preparando uma extraordinária e, se me permitem, urgente e delicada oportunidade de ouvir a voz do Espírito e ousadamente tomar a direção que Ele nos mostrará. Disso não tenho dúvidas, seu poder, seu fogo, sua luz estarão presentes em Bukavu mostrando-nos a vontade de Deus para o presente e o futuro de nossa missão.

O que eu espero do Capítulo? Depois do que disse, peço a todos vocês, irmãos Xaverianos, tanto àqueles que estarão fisicamente presentes em Bukavu como àqueles que acompanharão este momento, uma escuta atenta, uma obediência pronta e uma concreta audácia. Isto é o que eu espero de nós.

O evangelho de hoje (Lc 7,11-17) ressoa fortemente em meu coração e o considero como a voz de Jesus para nós neste momento: diante do caixão do filho da viúva de Naim, ele diz: "Jovem, eu te digo, levanta-te". Os tempos que estamos vivendo exigem de nós missionários corajosos que saibam como responder aos desafios da missão. Deus quer continuar evangelizando este mundo, e está se aproximando de nós para nos levantar da letargia e nos lançar de volta à missão com um espírito renovado e cheio de vida. Estou certo de que no Capítulo Geral ele nos deixará ouvir sua voz, nos ajudará a entender sua vontade, descreverá os "como" e os "porquês", e nos dirá com uma voz poderosa: levanta-te! Acolhe com coragem o desafio da evangelização no mundo de hoje.

Quais seriam - na minha opinião - as direções importantes e urgentes a tomar em um futuro imediato? Antes de expressar uma opinião sobre algumas áreas em particular, gostaria de pedir que tanto a análise quanto as escolhas entre as várias opções sejam feitas não apenas de forma linear ou pontual, mas também de forma transversal. Não precisamos desfiar o fio da meada para construir um futuro, mas unir os vários fios e fabricar o tecido com o qual queremos cobrir esse futuro. Não devemos ver as questões como pontos separados a serem tratados e estudados, mas sim tentar vê-las como um todo, em sua interconexão e interdependência na definição e construção da identidade e missão do Xaveriano para o futuro próximo.

1.- Verificar e implementar em favor de uma autêntica "perseverança" em nossa vida

Creio que um dos temas "transversais" a ser tratado é a questão da "perseverança". Nosso Fundador atribuiu grande importância a este elemento necessário para nossa missão. De fato, na Carta Testamento ele suplica o dom da "perseverança final" para cada um de seus filhos (LT 11). Este tema certamente toca a dimensão da Animação Missionária e Vocacional, assim como a formação, e não somente isto, mas também a perseverança nos professos perpétuos e nos confrades que já estão trabalhando no campo apostólico. Em nossas circunscrições de animação e formação, e estou falando particularmente das regiões onde trabalhei, como México e Burundi, muitos estudantes que passam por nossas casas de formação partem e abandonam o caminho; e não somente, visto que, mesmo nas etapas finais e mesmo alguns anos após a ordenação, alguns irmãos estão abandonando o caminho da consagração.

Certamente estamos vivendo em tempos complexos, com gerações que manifestam uma grande "fragilidade vocacional". E diante disso, como respondemos? Foram tomadas decisões fortes, mesmo com teologias continentais; os currículos de formação foram revisados em alguns continentes, e anos foram até acrescentados. Então eu me pergunto: isso será suficiente, ou será necessário ir mais fundo e reconsiderar nossos métodos de formação? As nossas Ratio, nossas práticas formativas ...? Como podemos melhorar nosso discernimento vocacional e nossos processos de formação para fornecer uma base sólida para garantir aos nossos candidatos uma maior perseverança?

Nestes últimos tempos, confrades recentemente ordenados estão deixando nosso Instituto, incardinando-se em dioceses, ou simplesmente abandonando a vida consagrada. Em outros casos, os confrades que ainda estão na plenitude de suas forças e juventude para empreender o trabalho apostólico, "se instalam" em uma vida confortável, sem compromisso e esforço para com a missão, focalizados apenas em seu próprio interesse e bem-estar. Como ajudá-los a alcançar esta perseverança final que o fundador nos pede? Ao entender que não se trata apenas de chegar à morte com vestindo um “hábito”, mas com um “hábito” de vida, caracterizado pelo compromisso, zelo missionário e paixão pelo Evangelho.

2.- Trabalhando sobre o aspecto da "generatividade" e, consequentemente, o do "sentido de pertença"

Em minha própria vida xaveriana, Deus me concedeu a sorte de caminhar e crescer ao lado de Xaverianos que eram trabalhadores duros, com paixão pela missão e comprometidos com a congregação; confrades que deram uma notável contribuição à vida do Instituto; comprometidos com a busca de benfeitores e que se sentiam responsáveis pela vida econômica de suas comunidades, e que, ao mesmo tempo, manifestando no compromisso missionário sua condição xaveriana.

Estes testemunhos estão diminuindo em muitas de nossas comunidades; encontramos uma falta de "disponibilidade" para assumir compromissos comunitários e responder às  exigências da vida econômica. Em muitas ocasiões vivemos da congregação, mas não para a congregação; os compromissos e interesses pessoais são colocados acima do bem de todos. Em nossa região do México notamos uma certa "abundância" de pessoal e ao mesmo tempo uma dificuldade em encontrar confrades disponíveis para certos serviços, com a conseqüência de ter que sobrecarregar confrades que já assumem várias outras responsabilidades, pois não há outras pessoas que os assumam, apesar do fato de que no Stato del Personale a lista de nomes seja longa. Soma-se a tudo isso a realidade daqueles confrades que se encontram em "situações pessoais" que se prolongam por muito tempo sem chegar a uma solução, com a consequência da indisponibilidade desses irmãos que seguem processos pessoais. Estudos que nunca terminam e compromissos que são continuamente prolongados.

Como podemos assumir esta responsabilidade de 'generatividade'? Como nos converter em generosos Xaverianos, disponíveis e comprometidos com a missão e apenas com a missão? Como viver de forma concreta, real e frutífera esse intenso amor por nossa família religiosa como nos pergunta Conforti (LT 10)?

Todas as questões relacionadas à economia, tais como auto-sustentabilidade e co-responsabilidade (C 28) certamente entram neste tema. Se desejar, também seria apropriado tocar no tema da "pobreza radical" (C 29) ou da nossa visão de Providência.

3.- O tema do "caminhar juntos" ou sinodalidade

Isto não é apenas porque é um "tema de moda" na Igreja, mas porque é um verdadeiro desafio para os Xaverianos de nosso tempo. É um tema que toca os aspectos concretos da vida comunitária, dos compromissos apostólicos onde a comunidade deve ser o verdadeiro "sujeito da missão". Consequentemente, podemos falar de reposicionamento como uma forma de "aliviar" nossos encargos para uma maior disposição de trabalhar juntos e caminhar juntos em projetos que correspondam à nossa identidade xaveriana.

Não gostaria de terminar esta partilha sem responder à última pergunta, por razões de honestidade e respeito. Diante de tudo o que falei, qual é o meu compromisso? O que a situação atual da congregação me pede? Me pede comprometimento, zelo, disponibilidade e profundo amor pelo meu Instituto. Comecei este diálogo reconhecendo-me como xaveriano com mais de 45 anos de vida dentro da congregação, e posso dizer que estes anos não se passaram em vão, eu os vivi com um certo compromisso e com um coração sempre grato. Estou disposto a seguir em frente e a trabalhar; eu gostaria de melhorar, de aprender mais. Atualmente, trabalho na formação como reitor da comunidade do Teologado do México. Reconheço os desafios que este serviço implica e minhas limitações e incapacidades. Eu quero aprender, melhorar e oferecer um melhor serviço a cada dia. Se isto implica dedicar mais tempo à uma especialização, estou disposto; se isto implica dedicar mais tempo ao acompanhamento, estou pronto. Se amanhã me pedirem para fazer outro serviço, para voltar ao Burundi ou outra coisa, quero fazê-lo empenhando-me com todas as minhas forças. No momento me comprometo a realizar o serviço na formação da melhor maneira possível, a ajudar minha região nos serviços que me são solicitados e a estar disponível para minha Congregação.

 

Rubén Macias Sapién sx
28 Octobre 2022
631 Vues
Disponible en
Mots clés

Liens et
Téléchargements

Zone réservée à la famille Xaverienne.
Accédez ici avec votre nom d'utilisateur et votre mot de passe pour afficher et télécharger les documents réservés.