Skip to main content

Fraternidade e fome

805/500

Campanha da Fraternidade 2023 (CNBB) e mensagem do Papa Francisco

Realizada pela CNBB todos os anos no tempo da Quaresma, período de 40 dias que antecede a Páscoa, a Campanha da Fraternidade de 2023 deste ano tem com o tema: “Fraternidade e fome”.

A Conferência Nacional dos Bispos do Brasil (CNBB) lança, na Quarta-feira de Cinzas, 22 de fevereiro, a Campanha da Fraternidade de 2023, com o tema: “Fraternidade e fome”, juntamente com o lema “Dai-lhes vós mesmo de comer” (Mt 14,16), incentivando assim nossas comunidades a assumirem suas responsabilidades ante a situação da fome que persiste no Brasil, a exemplo do Mestre Jesus.

A finalidade este ano é sensibilizar a sociedade e a Igreja para enfrentar o flagelo da fome, sofrida por uma multidão de irmãos e irmãs, por meio de compromissos que transformem esta realidade a partir do Evangelho de Jesus Cristo.

A fome é um instinto natural de sobrevivência nos seres vivos. Toda criatura tem necessidade de alimentar-se para proporcionar o próprio desenvolvimento e manter-se vivo. A fome para humanidade é uma tragédia, uma vergonha e um escândalo. Este ano é a terceira CF sobre a fome. Anteriormente foram feitas duas, em 1975, com lema “repartir o pão”; em 1985, com o lema: “pão para quem tem fome”.

A fonte é a Palavra de Deus (Mt 14, 13-21). Em Jesus jamais habitou a indiferença, ele tinha sempre compaixão, se comovia. Diante da fome, quer que os discípulos se tornem participes “Dai-lhes vós mesmos de comer” (Mt 13,16). Ele vai ao encontro dos pobres e necessitados. Jesus vai a um lugar deserto (Mt 14, 13a). O deserto é o lugar e tempo da partilha, da igualdada, da solidariedade, onde não há injustiça, egoísmo, apropriação individual dos bens. Como resultado da partilha, todos comeram e ainda sobrou (Mt 14,20). 

A realidade da fome no Brasil é um fato que não pode ser negado, o problema não é por falta de alimentos, mas por falta de partilha, para que todos tenham o necessário para comer.  A fome foi radicalizada pela pandemia da COVID-19, é um escândalo ter 125,2 milhões de brasileiros com insegurança alimentar.

A causa da fome no Brasil é sua estrutura fundiária, somada a uma política agrícola perversa, que coloca o sistema produtivo a serviço do sistema econômico e financeiro, com enorme incentivo ao agronegócio, que no geral, não produz para comer, mas para lucrar e exportar. Embora, o Brasil seja um dos maiores produtores de alimento e cereais do mundo, vive assolado pela fome, especialmente nas áreas rurais e suburbanas. A conjuntura recente contribuiu para o aumento da fome: a pandemia, crise econômica, perda dos direitos trabalhistas, desemprego e subemprego, o trabalho informal...

Alimentar a população não tem sido prioridade dos projetos governamentais, mas o lucro. Francisco fala dos três T: terra, teto e trabalho para todos, como parte da mudança. O mundo produz comida suficiente para todos, mas muitos ficam sem o pão de cada dia, isso é um escândalo, um crime que viola os direitos básicos. É condenável que seres humanos sejam deixados morrendo de fome por causa da indiferença e do egoísmo com tanto desperdício de alimentos.

O Sociólogo Betinho (Heber de Souza) dizia que “a alma da fome é política”, quanto menos renda, mas fome. A política brasileira se faz entre o patrimonialismo (confusão entre o público e privado), o assistencialismo (exploração da fome e miséria), o clientelismo (troca de votos por favores). A responsabilidade maior para enfrentar o problema da miséria e fome pertencem ao poder público.

É necessário agir para transformar a realidade da fome que nos desafia e desinstala. Não é possível ficar parados diante do grito da fome, diante da mística do seguimento de Jesus. A caridade não pode morrer entre nós cristãos, é nosso distintivo pelo qual seremos julgados (Mt 25,35-36). A ajuda fraterna e o empenho na construção de estruturas sociais justas e fraternas, que permitam viver com dignidade, é obrigação do cristão. “Quem tem fome tem pressa” (Betinho).

Boa caminhada Quaresmal e Campanha da Fraternidade!!!

Rafael Lopez Villaseñor, sx

Também o Papa Francisco enviou aos fiéis brasileiros uma mensagem para o início da Quaresma e da Campanha da Fraternidade 2023.

Eis a íntegra da sua mensagem


Campaña de la Fraternidad 2023 y Mensaje del Papa Francisco

Realizada por la CNBB (Conferencia de los Obispos de Brasil) todos los años durante la Cuaresma, durante el período de los 40 días antes de Semana Santa, la Campaña de Fraternidad 2023 (CF) de este año tiene como tema: “Fraternidad y Hambre”.

La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) lanza, el Miércoles de Ceniza, 22 de febrero, la Campaña de la Fraternidad 2023, con el tema: “Fraternidad y hambre”, junto al lema “Denles ustedes mismos de comer” (Mt 14 ,16), animando así a las comunidades cristianas a asumir sus responsabilidades frente a la situación de hambre que persiste en Brasil, siguiendo el ejemplo del Maestro Jesús.

La finalidad es sensibilizar a la sociedad y a la Iglesia para hacer frente al flagelo del hambre, que sufren multitud de hermanos y hermanas, a través de compromisos que transformen a realidad a partir del Evangelio de Jesucristo.

El hambre es un instinto natural de supervivencia en los seres vivos. Toda criatura tiene la necesidad de alimentarse para proveer su propio desarrollo y mantenerse con vida. El hambre para la humanidad es una tragedia, una vergüenza y un escándalo. Este año es el tercer CF sobre el hambre. Anteriormente se hicieron dos, en 1975, con el lema “partir el pan”; en 1985, con el lema: “pan para los que tienen hambre”.

La Palabra de Dios es la fuente inspiradora (Mt 14, 13-21). En Jesús nunca habitó la indiferencia, siempre fue compasivo con las personas, se conmovió. Ante el hambre, quiere que los discípulos se hagan partícipes del “Denles ustedes mismos de comer” (Mt 13,16). Jesús sale al encuentro de los pobres y necesitados. Jesús está en un lugar desierto (Mt 14, 13a). El desierto es el lugar y el tiempo del compartir, de la igualdad, de la solidaridad, donde no existe la injusticia, el egoísmo, la apropiación individual de los bienes. Como resultado del compartir, todos comieron y aún sobró (Mt 14,20).

La realidad del hambre en Brasil es un hecho que no se puede negar, el problema no es la falta de alimentos, sino la falta de compartir, para que todos tengan lo que necesitan para comer. El hambre se radicalizó por la pandemia de la COVID-19. Es un escándalo tener 125,2 millones de brasileños con inseguridad alimentaria.

La causa del hambre en Brasil está en su estructura de tierras, sumada a una política agrícola perversa, que pone el sistema productivo al servicio del sistema económico y financiero, con enormes incentivos para el agronegocio, que, en general, no produce para comer, sino para lucrar y exportar. Aunque Brasil es uno de los mayores productores de alimentos y cereales del mundo, sufre hambre, especialmente en las zonas rurales y suburbanas. La situación reciente ha contribuido al aumento del hambre: la pandemia, la crisis económica, la pérdida de los derechos laborales, el desempleo y subempleo, el trabajo informal...

Alimentar a la población no ha sido una prioridad de los proyectos gubernamentales, sino el lucro. Francisco habla de las tres T: tierra, techo y trabajo para todos, como parte del cambio. El mundo produce suficiente comida para todos, pero muchos se quedan sin el pan de cada día, esto es un escándalo, un crimen que viola derechos básicos. Es reprobable que se deje morir de hambre a seres humanos por indiferencia y egoísmo ante tanta comida desperdiciada.

El sociólogo Betinho (Heber de Souza) solía decir que “el alma del hambre es la política”, cuando hay menos renta, hay más hambre. La política brasileña se hace entre patrimonialismo (confusión entre público y privado), asistencialismo (explotación del hambre y la miseria), clientelismo (intercambio de votos por favores). La mayor responsabilidad para enfrentar el problema de la miseria y el hambre corresponde al poder público.

Debemos actuar para transformar la realidad del hambre que nos interpela y desplaza. No es posible quedarse indiferente ante el grito del hambre, ante la mística del seguimiento de Jesús. La caridad no puede morir entre nosotros cristianos, es nuestro distintivo con el que seremos juzgados (Mt 25, 35-36). La ayuda fraterna y el compromiso en la construcción de estructuras sociales justas y fraternas que permitan a las personas vivir dignamente es una obligación del cristiano. “Quien tiene hambre tienen prisa” (Betinho).

¡Buen camino cuaresmal y buena Campaña de la Fraternidad!

Rafael Lopez Villaseñor, sx

También el Papa Francisco envió un mensaje a los fieles brasileños para el inicio de la Cuaresma y la Campaña de Fraternidad 2023.

Aquí está el texto completo de su mensaje:

¡Queridos hermanos y hermanas de Brasil!

Cada año, durante la Cuaresma, somos llamados por Dios a recorrer un camino de verdadera y sincera conversión, reorientando toda nuestra vida hacia Él, que “tanto amó al mundo que entregó a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3, 16). Mientras nos preparamos para la celebración de este don amoroso en Pascua, encontramos en la oración, la limosna y el ayuno, vividos más intensamente en este tiempo, prácticas penitenciales que nos ayudan a colaborar con la acción del Espíritu Santo, autor de nuestra santificación.

Para animar a los fieles en este camino de encuentro con el Señor, la Campaña de la Fraternidad de este año nos propone dirigir la mirada a nuestros hermanos y hermanas más necesitados, afectados por el flagelo del hambre. Incluso hoy, “millones de personas sufren y mueren de hambre. Por otro lado, se desechan toneladas de alimentos. Esto constituye un verdadero escándalo. El hambre es criminal, la alimentación es un derecho inalienable” (Discurso en el encuentro con Movimientos Populares, 28/X/2014).

La indicación dada por Jesús a sus apóstoles “Denles ustedes mismos de comer r” (Mt 14, 16) se dirige hoy a todos nosotros, sus discípulos, para que compartamos —de lo mucho o de lo poco que tenemos— con nuestros hermanos que no tiene ni con qué saciar su propia hambre. Sabemos que satisfaciendo las necesidades de los que tienen hambre, estaremos saciando al mismo Señor Jesús, que se identifica con los más pobres y hambrientos: “Tuve hambre, y me disteis de comer… si lo hiciste a uno de los más pequeños” de estos, que son mis hermanos, me lo hicisteis a mí” ‹Mt 25, 35.40).

Es mi gran deseo que la reflexión sobre el tema del hambre, propuesta a los católicos brasileños durante el próximo tiempo de Cuaresma. lleven no sólo a acciones concretas —sin duda necesarias— que vengan de manera urgente a ayudar a los hermanos más necesitados, sino que también generen en toda la conciencia de que compartir los dones que el Señor nos regala en su bondad no puede limitarse a un momento, a una campaña, a unas acciones concretas, pero debe ser una actitud constante de todos nosotros, que nos comprometa con Cristo presente en todo aquel que pasa hambre.

Espero también que esta conciencia personal resuene en nuestras estructuras parroquiales y diocesanas, pero también encuentre eco en los órganos de gobierno a nivel federal, estatal y municipal, así como en otras entidades de la sociedad civil, para que, trabajando juntos, puedan definitivamente erradicar el flagelo del hambre en tierras brasileñas. Recordemos que “los que sufren la miseria no son diferentes de nosotros. Tienen la misma carne y sangre que nosotros. Por eso merecen tener una mano amiga que los ayude y ayude, para que nadie se quede atrás y, en nuestro mundo, la fraternidad tiene derecho a la ciudadanía” (Mensaje para la Jornada Mundial de la Alimentación, 16/X/2018, n. 7).

Encomendando estos deseos al cuidado de Nuestra Señora de Aparecida y como prenda de las abundantes gracias celestiales que ayudarán a las iniciativas nacidas de la Campaña de la Fraternidad, con mucho gusto los concedo a todos los hijos e hijas de la amada nación brasileña, especialmente a los que están comprometidos incansablemente para que nadie pase hambre, la Bendición Apostólica, pidiéndoles que sigan orando por mí.

Roma, San Juan de Letrán, 21 de diciembre de 2022.

Franciscus

Campagna di Fraternità 2023 e messaggio di Papa Francesco

Indetta dalla CNBB (Conferenza dei Vescovi del Brasile) ogni anno durante la Quaresma, la Campagna di Fraternità 2023 (CF) quest'anno ha come tema: “Fraternità e Fame”.

La Conferenza Nazionale dei Vescovi del Brasile (CNBB) ha lanciato, il mercoledì delle Ceneri, 22 febbraio, la Campaña de la Fraternidad 2023, con il tema: “Fraternità e fame”, insieme al motto “Date loro voi stessi da mangiare” (Mt. 14, 16), incoraggiando così le comunità cristiane ad assumersi le proprie responsabilità di fronte alla situazione di fame che persiste in Brasile, sull'esempio del Maestro Gesù.

Lo scopo è sensibilizzare la società e la Chiesa ad affrontare il flagello di uomini e donne, che soffrono la fame, attraverso impegni sulla base del Vangelo di Gesù Cristo.che trasformino la realtà.

La fame è un naturale istinto di sopravvivenza negli esseri viventi. Ogni creatura ha bisogno di nutrirsi per provvedere al proprio sviluppo e mantenersi con la vita. La fame, per l’umanità, è una tragedia, una vergogna e uno scandalo. Questa, è la terza CF sulla fame. Ne erano già state fatte due: nel 1975, con il motto “Spezzare il pane” e nel 1985, con il motto: “Pane per chi ha fame”.

La fonte è la Parola di Dio (Mt 14, 13-21). Gesù non è mai stato indifferente, ma sempre compassionevole e commosso. Di fronte alla fame, vuole che i suoi discepoli siano parte del: "Voi stessi date loro da mangiare" (Mt 14,16). Va incontro ai poveri e ai bisognosi. Gesù va in un luogo deserto (Mt 14,13a). Il deserto è il luogo e il tempo della condivisione, dell'uguaglianza, della solidarietà, dove non c'è ingiustizia, né egoismo, né appropriazione individuale dei beni. E, grazie alla condivisione, tutti mangiarono e rimase ancora del cibo (Mt 14,20). 

La realtà della fame in Brasile è un fatto che non si può negare, il problema non è la mancanza di cibo, ma la mancanza di condivisione, affinché tutti abbiano il necessario per mangiare.  La fame è stata radicalizzata dalla pandemia di COVID-19: è uno scandalo avere 125,2 milioni di brasiliani con insicurezza alimentare.

La causa della fame in Brasile è la struttura della proprietà terriera, sommata a una politica agricola perversa che mette il sistema produttivo al servizio del sistema economico e finanziario, con enormi incentivi all'agrobusiness, che in generale non produce per mangiare, ma per guadagnare ed esportare. Sebbene il Brasile sia uno dei maggiori produttori di alimenti e cereali al mondo, è afflitto dalla fame, soprattutto nelle aree rurali e suburbane. Le recenti congiunture hanno contribuito all'aumento della fame: la pandemia, la crisi economica, la perdita dei diritti del lavoro, la disoccupazione e la sottoccupazione, il lavoro informale.

Nutrire la popolazione non è stata la priorità dei progetti governativi, ma del profitto. Francesco parla delle tre T: terra, casa (teto) e lavoro (trabalho) per tutti, come parte del cambiamento. Il mondo produce cibo a sufficienza per tutti, ma molti rimangono senza il loro pane quotidiano: questo è uno scandalo, un crimine che viola i diritti fondamentali. È condannabile che gli esseri umani siano lasciati morire di fame a causa dell'indifferenza e dell'egoismo, con così tanto cibo sprecato.

Il sociologo Betinho (Heber de Souza) ha detto che l'anima della fame è la politica, meno reddito, più fame. La politica brasiliana è fatta di patrimonialismo (confusione tra pubblico e privato), assistenzialismo (sfruttamento della fame e della miseria), clientelismo (scambio di voti per favori). La responsabilità maggiore nell'affrontare il problema della miseria e della fame appartiene alle autorità pubbliche.

È necessario agire per cambiare la realtà della fame che ci interpella e ci rende deboli. Non è possibile restare fermi davanti al grido della fame, davanti alla mistica della sequela di Gesù. La carità non può morire tra noi cristiani, è il nostro distintivo con cui saremo giudicati (Mt 25, 35-36). L'aiuto fraterno e l'impegno per la costruzione di strutture sociali giuste e fraterne, che permettano alle persone di vivere con dignità, è un dovere dei cristiani. "Chi ha fame ha fretta" (Betinho).

Buon cammino quaresimale e Campagna di Fraternità!

Rafael Lopez Villaseñor, sx


Anche Papa Francesco ha inviato un messaggio ai fedeli brasiliani per l'inizio della Quaresima e della Campagna di Fraternità 2023.

Qui puoi leggere il testo integrale del messaggio

Rafael López Villaseñor sx
24 February 2023
805 Views
Available in
Tags

Link &
Download

Area reserved for the Xaverian Family.
Access here with your username and password to view and download the reserved files.