La Cuaresma, que acabamos de iniciar es un camino de conversión personal y comunitaria. En el espíritu de nuestras tres comunidades de la delegación de España, como dice el XVIII Capítulo General: “promovemos la cultura javeriana como forma de vida de personas que aspiran a "Hacer del mundo una sola familia en Cristo", en la inmediatez de las relaciones, en la sencillez de vida, capaces de relativizar la propia cultura y acoger la riqueza de la cultura de los demás porque toda patria es para ellos tierra extranjera y toda tierra extranjera es, para ellos, patria.
Esta forma de vida, fundada en una profunda consagración a Cristo, modelada según el ejemplo de San Guido M. Conforti, con ese espíritu de fe viva que les hace ver a Dios, buscar a Dios y amar a Dios en todo y en todos, les une como familia javeriana” (Nº 19).
