Skip to main content

Orgulloso de ser parte de esta Familia misionera

1999/500

Italiano

En el camino de mi vida, recibì la Carta Testamento de nuestro Santo Fundador San Guido María Conforti desde que ingresé con los Xaverianos en el Seminario Menor en Arandas, Jalisco. Nuestros formadores (entre ellos el P. Tobías Corna) nos recibían con todo cariño e infundían mucho amor a la vocación misionera y xaveriana a través de su cercanía, con los testimonios de nuestros padres que llegaban de misión, con los escritos y testimonios de padres que habían conocido a nuestro Santo Fundador como P.  Ermanno Zulian y P. Tiberio Munari, y también a través de frases que nos hacían interiorizar como: Hacer del mundo una sola familia; Ámense como hermanos y respétense como soberanos; Sea por todos conocido y amado, nuestro Señor Jesucristo.

En el noviciado, esta experiencia continuò a través del encuentro con las Constituciones y con testimonios vivos como el de los PP. José Scremin, Guillermo Pasini, Salvador Mellai, Aquiles Figini y otros que en el dolor y la enfermedad supieron dar testimonio de la vocación xaveriana, junto con su entrega de por vida al anunció del evangelio. También a través de vivir el desapego económico, la obediencia pronta y generosa, castidad y misión. Vivimos una experiencia de misión por un mes en la región Huasteca, en la Parroquia de Acoyotla. 

En el noviciado 1996 se hacía presente el 100 aniversario del inicio de la Congregación y tuvimos muchas reflexiones sobre los escritos del fundador y en especial sobre la Carta Testamento.

En la filosofía fue donde aprendí a poner mi confianza en hacer llegar el evangelio a los más alejados de la sociedad y fui a una colonia que estaba llena de pandillas violentas, con mis compañeros de apostolado. 

En los votos perpetuos, recibí el testimonio grande de mi compañero y amigo Johanes Franciskus Setiawan (Wawan), que ante la enfermedad - pues estaba muriendo de leucemia - y a pesar de todo hizo los votos conmigo y meses después murió dando un testimonio fuerte de su vocación misionera, junto con su oración y ejemplo, animándonos hasta el último aliento de su vida. 

La Carta Testamento la he recibido como el camino que el Fundador recorrió y que le ayudó a vivir verdaderamente ese camino del Señor (la Santidad), para que también nosotros, ante su testimonio y vida, vivamos con los elementos que él quiere que tengamos como fuente de nuestro vivir. Hacia el final nos dice el espíritu que debemos de tener como Xaverianos y miembros de esta familia santa: “Un espíritu de fe viva que nos haga ver a Dios, buscar a Dios  y amar a Dios en todas las cosas, avivando en nosotros el anhelo de extender por todas partes su reino; espíritu de obediencia pronta, generosa, constante en todo, cueste lo que cueste, para conseguir las victoria que Dios ha prometido al hombre obediente; espíritu de amor intenso a nuestra familia religiosa, a la que hemos de tener por madre, y de caridad a toda prueba para con los miembros que a componen” (CT 10).

En el momento actual de mi vida lo que más me ha llegado de la Carta Testamento es:

1.- Vivir el carisma Misionero ad gentes, ad extra y ad vitam, pues cuando después tiempo de formador, donde yo hablaba de la misión en los grupos misioneros del seminario menor de San Juan del Río, Querétaro, fui interpelado por la DG acerca de mi petición para la misión. Yo contesté diciendo que quería ir a una misión en donde hubiera estado San Francisco Xavier. Que fuera una misión no muy vieja y en eso se me vino a la mente Mozambique, Indonesia o Japón. Luego, se me comunicó que Mozambique sería mi nueva destinación. Después de dialogar con la Dirección Regional de México, fui a Tavernerio, después de ahí busqué la visa para Mozambique y después de unos días en México, me fui para Mozambique. El llegar a un país de primer anuncio me entusiasmó mucho y en los primeros días salieron muchas cosas que yo podía compartir con mis cohermanos, incluso mis dificultades. Puse al servicio de mis cohermanos y de la misión mis habilidades en la manutención de algunas cosas, junto con los conocimientos de electrónica que yo tenía, después con los conocimientos de computación hicimos algunos cuadernos de documentos de la delegación. Aprendí la lengua portuguesa y un poco de Sena.

2.- En el encuentro con los cohermanos tuve momentos grandes para compartir la vida y la alegría por la misión con todos. Desde el principio compartimos todo los que teníamos (dinero, proyectos y trabajos) a través de la caja común, de la disponibilidad; pues éramos pocos y se ocupaba de nuestro servicio en las comunidades y recordar que tenemos que ser testigos del evangelio con nuestras comunidades interculturales.

3.- El compartir los momentos de alegría con la gente como fue, la canonización de nuestro Fundador haciendo un novenario, las visitas canónicas de la Dirección General y el 20 aniversario de la presencia xaveriana en Mozambique. También compartimos los momentos de dolor como la muerte del P. Bruno Boschetti, Carlos Coruzzi, la enfermedad de mi papá y su muerte.

4.- El vivir con la gente la guerra con las dificultades de circulación de bienes y personas, donde había la posibilidad de ser atacados y de ser asaltados o también de perder la vidas. Ví a muchos desplazados; la experiencia del ataque al payol, que es el almacén donde el ejército guarda las armas de alto calibre, pues estaba en una comunidad en la parroquia de Dondo. Vivimos tiempos de desconfianza en  todos los extraños y de desaparición de mucha gente por motivos políticos o por equivocación, de fosas comunes, quema de carros, etc. Vivimos la destrucción que nos trajo el ciclón Idai y la fuerza de la unidad para dar esperanza, junto con la solidaridad de nuestros cohermanos de todas las regiones. Vivimos la lucha por sus tierras, por sus materias primas y por sus derechos; vivimos los acuerdos políticos, las elecciones y los engaños; vivimos su abrir sus conciencias hacia sus valores y derechos, a través de la educación y de los talleres impartidos por la comisión justicia y paz.

5.- El compartir con la gente, el amor a Jesús Eucaristía miércoles, viernes y fiestas especiales; la Adoración Semanal, el jueves, especialmente en Dondo. También tenemos presentes las confesiones principalmente en los tiempos litúrgicos de cuaresma y adviento, junto con retiros espirituales.

6.- También en todo esto, he podido enriquecer mi "fe mexicana" que tengo presente en mi corazón, en el encuentro con este pueblo mozambicano con todos su valores y dificultades para verdaderamente hacer vivir el amor de Cristo que nos empuja para hacer del mundo una sola familia donde se busque la voluntad de Dios en todo y en todos.

Puedo decir que la Carta Testamento nos pide vivir una fe Cristocéntrica, donde el amor de Cristo nos empuja a ver y amar a Dios en todo y en todos, y a anunciarlo a través de una espiritualidad misionera que nos hace abrirnos a todos los que no conocen a Cristo y los más alejados: “sea por todos, conocido y amado, nuestro Señor Jesucristo”.  Donde los votos religiosos sean testimonio de nuestro ser de Cristo y con él “hacer del mundo una sola familia”, en donde se viven los momentos de alegría y de tristeza, donde todo se pone en el altar de la concordia (CT 9), teniendo presente ese grande amor por nuestra familia misionera a la cual yo pertenezco y de la cual me siento orgulloso de ser parte. 

P. Enrique Álvarez Casillas sx


Italiano

Orgoglioso di far parte di questa Famiglia missionaria

Lungo il cammino della mia vita, ho conosciuto la Lettera Testamento (LT) del nostro Santo Fondatore San Guido Maria Conforti, da quando sono entrato a far parte dei saveriani, nella scuola apostolica di Arandas, Jalisco. I nostri formatori (tra cui p. Tobia Corna) ci hanno accolto con affetto e hanno instillato in noi molto amore per la vocazione missionaria e saveriana attraverso la loro vicinanza, con le testimonianze dei padri  venuti dalle missioni, con gli scritti e le testimonianze dei confratelli che avevano conosciuto il nostro Santo Fondatore (P. Ermanno Zulian e P. Tiberio Munari) e anche attraverso frasi che ci hanno fatto interiorizzare:  Fare del mondo una sola famiglia; amatevi l'un l'altro come fratelli e rispettatevi come principi; che sia da tutti conosciuto e amato nostro Signore Gesù Cristo.

Nel noviziato, questa esperienza è proseguita attraverso lo studio delle Costituzioni e con le testimonianze vive dei pp. José Scremin, Guillermo Pasini, Salvador Mellai, Aquiles Figini e altri che, nel dolore e nella malattia, hanno saputo dare testimonianza della vocazione saveriana con la dedizione totale all'annuncio del Vangelo e attraverso il distacco dai beni, l'obbedienza pronta e generosa, la castità e la missione. Abbiamo vissuto un'esperienza missionaria per un mese nella regione della Huasteca, nella Parrocchia di Acoyotla. Nel noviziato del 1996 ricordavamo ancora il centenario dell'inizio della Congregazione e abbiamo potuto approfondire molto sugli scritti del fondatore e soprattutto sulla LT.

La tappa della filosofia è stato il momento e il luogo in cui ho imparato a riporre la mia fiducia nel portare il Vangelo “ai lontani”, andando a fare apostolato con i miei compagni in un quartiere della periferia di Guadalajara, pieno di bande violente.

Ai voti perpetui, ho ricevuto la grande testimonianza del mio collega e amico Johanes Franciskus Setiawan (Wawan), che ha affrontato con coraggio la sua malattia - stava morendo di leucemia - e nonostante tutto ha fatto i voti con me. Alcuni mesi dopo è morto dando una forte testimonianza della sua vocazione missionaria, insieme alla sua preghiera e al suo esempio, incoraggiandoci fino all'ultimo momento della sua vita.

Ho ricevuto e capito la LT come la strada che il Fondatore ha percorso e che lo ha aiutato a vivere veramente “la strada” del Signore (la santità), affinché anche noi, grazie alla sua testimonianza e alla sua vita, possiamo vivere con quelle caratteristiche che egli vuole che abbiamo come fonte della nostra vita. Verso la fine della LT, Conforti ci indica lo spirito che dobbiamo avere come saveriani e membri di questa santa famiglia ci dice: "Uno spirito di fede viva che ci fa vedere Dio, cercare Dio e amare Dio in ogni cosa, alimentando in noi il desiderio per diffondere il suo regno ovunque; spirito di pronta obbedienza, generosa, costante in tutto, a qualunque costo, per ottenere la vittoria che Dio ha promesso all'uomo obbediente; spirito di intenso amore per la nostra Famiglia religiosa, che dobbiamo avere come madre, e di instancabile carità verso i membri che la compongono ”(CT 10).

In questo momento della mia vita, questo è ciò che mi è venuto di più dalla LT:

1.- Vivere il carisma missionario ad gentes, ad extra e ad vitam, perché quando dopo un periodo da formatore, dove parlavo della missione nei gruppi missionari della scuola apostolica di San Juan del Río, Querétaro, mi è stato chiesto dalla DG la mia preferenza per la missione. Ho risposto dicendo che volevo andare dove era già stato San Francisco Xavier. Che non fosse una missione molto antica. Mi è venuto in mente il Mozambico, l’Indonesia o il Giappone. Più tardi, mi informarono che il Mozambico sarebbe stata la mia nuova destinazione. Dopo i tre mesi di Tavernerio, ho fatto il visto per il Mozambico e dopo alcuni giorni in Messico, sono andato in Mozambico. Arrivare in un Paese di primo annuncio è stato molto emozionante e nel primo periodo ci sono state tante esperienze che ho potuto condividere con i miei confratelli, comprese le mie difficoltà. Ho messo al servizio dei miei confratelli e della missione le mie capacità nella manutenzione di materiali, elettronica, le competenze informatiche. Ho imparato la lingua portoghese e un po' di Sena.

2.- Con i confratelli ho avuto grandi momenti per condividere con tutti la vita e la gioia per la missione. Fin dall'inizio abbiamo condiviso tutto quello che avevamo (soldi, progetti e luoghi di lavoro) attraverso il fondo comune e la disponibilità. Eravamo pochi; si è preso cura delle comunità cercando di testimoniare il vangelo con le nostre comunità interculturali.

3.- Tanti i momenti di gioia con la gente, la canonizzazione del nostro Fondatore, la preparazione attraverso una novena, le visite canoniche della Direzione Generale e il 20 ° anniversario della presenza saveriana in Mozambico. Condividiamo anche i momenti di dolore come la morte di P. Bruno Boschetti, Carlos Coruzzi, la malattia di mio padre e la sua morte.

4.- Ho convissuto con la gente durante la guerra, con le difficoltà di circolazione delle merci e delle persone, dove si poteva essere aggrediti e derubati o anche perdere la vita. Ho visto molti sfollati; l'esperienza dell'attentato al payol, ovvero il magazzino dove l'esercito conservava armi di grosso calibro, poiché si trovava in una comunità della parrocchia di Dondo, dove io lavoravo. Abbiamo vissuto anche tempi di sfiducia nei confronti di tutti gli stranieri e di scomparsa di molte persone per motivi politici o per violenze, con fosse comuni, automobili in fiamme, ecc. Ci è toccata la distruzione causata dal ciclone Idai ma anche la forza dell'unità per dare speranza, e ripartire insieme, nella solidarietà dei nostri confratelli di tutte le Circoscrizioni. Condividiamo la lotta della gente per le loro terre, le loro materie prime e i loro diritti; vediamo accordi politici, le elezioni e gli inganni. Sui lavora alla formazione civica e della coscienza per i loro valori e diritti, attraverso l'educazione e i seminari tenuti dalla commissione per la giustizia e la pace.

5.- Condividiamo con le persone l’amore per Gesù Eucaristia; le celebrazioni, le devozioni del mercoledì, venerdì e festività speciali; l’adorazione settimanale, i giovedì, soprattutto a Dondo. Seguiamo anche le confessioni principalmente nei tempi liturgici della Quaresima e dell'Avvento, insieme ai ritiri spirituali.

6.- In tutto questo ho potuto arricchire la mia "fede messicana" che ho nel mio cuore, nell'incontro con questo popolo mozambicano con tutti i suoi valori e difficoltà per far vivere veramente l'amore di Cristo che ci spinge a fare del mondo una sola famiglia dove la volontà di Dio sia cercata in tutto e tutti.

Posso dire che la LT ci chiede di vivere una fede centrata in Cristo, dove l'amore di Cristo ci spinge a vedere e ad amare Dio in tutto e in tutti, e ad annunciarlo attraverso una spiritualità missionaria che ci apra a tutti coloro che non conoscono a Cristo, ai più lontani: "Che sia da tutti conosciuto e amato nostro Signore Gesù Cristo". I voti religiosi testimoniano il nostro essere di Cristo e solo con Lui "facciamo del mondo una sola famiglia", dove si vivono momenti di gioia e di tristezza, dove tutto è posto sull'altare della concordia (CT 9), tenendo presente quel grande amore per la nostra Famiglia missionaria alla quale appartengo e di cui sono orgoglioso di far parte.

Padre Enrique Álvarez Casillas sx

Enrique Álvarez Casillas sx
16 Dicembre 2020
1999 visualizzazioni
Disponibile in
Tag

Link &
Download

Area riservata alla Famiglia Saveriana.
Accedi qui con il tuo nome utente e password per visualizzare e scaricare i file riservati.