En la modernidad líquida, los individuos viven en soledad por los pocos amigos y sufren más seriamente de enfermedades debido a la ausencia de lazos fuertes de amistad. La gente es tratada como mercancía. Si se les encuentra algún defecto, puede ser cambiada por otra. No quieren responsabilidad ni han vivido relaciones serias y durables. El amor no tiene más el mismo significado, fue alterado como algo flexible, muy diferente a su verdadero significado. Todo indica que el individualismo, el sufrimiento y la soledad son los principales problemas de la sociedad.
El gran reto es valorar los vínculos humanos desde la infancia, de usar éticamente las redes sociales, las nuevas tecnologías para el bien común. “Para la Iglesia, el nuevo mundo del espacio cibernético es una exhortación a la utilización de su potencial para proclamar el mensaje evangélico” (DA, 487). “El internet es un medio que puede ofrecer magníficas oportunidades de evangelización, si es usada con competencia”. (DA, 488). Pasa a ser también un lugar de evangelización y diálogo, de intercambio de experiencias de fe y religión, de trabajo en conjunto a favor del bien común.
El sentimiento de “bienestar”, de “tocar el corazón”, de producir una sensación de tipo emocional, parecen determinar la opción por una determinada Iglesia y su aproximación con Dios. Esas son las principales motivaciones para escoger la religión, de acuerdo al estado de ánimo. Las motivaciones para abandonar y desafiliarse son de orden personal. La tradición y la doctrina pierden peso en la opción.
Cada uno hace su creencia y religión de acuerdo a sus necesidades inmediatas. El valor último o patrón de medida es la propia persona. La persona se siente libre tanto para asistir a un culto evangélico, participar a una ceremonia budista o a un ritual afro sin constreñimiento, así como participar a una misa.
Dice el evangelio de Mateo que un joven se acercó a Jesús para preguntarle: ¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le dice que guarde los mandamientos. Él replica que ya los observa desde joven, a lo que Jesús le dice que si quiere escoger el camino perfecto, que vaya a vender todo y lo siga. El joven se fue triste porque tenía muchos bienes (Mt 19). Este es un texto que muestra que hay otra manera de pensar según el evangelio. Jesús no puede ser entendido en sus exigencias cuando no hay una base, una formación u otros valores en la persona.
El mundo cambió, está cambiando y va a cambiar aún más, trayendo consigo siempre nuevas exigencias y nuevos retos. Los hechos contemporáneos suscitan cuestionamientos, tanto para la pastoral misionera, la nueva evangelización y la misión ad gentes.
El papa Francisco, en la carta por ocasión del Año de la Vida Consagrada, garantiza que la vida consagrada no está creciendo; se pueden organizar bonitas campañas vocacionales, pero los y las jóvenes se sentirán atraídos, no por nuestro discurso sino en la medida que ven que somos hombres y mujeres felices. De igual forma, la vida consagrada no depende de la eficacia y de la fuerza de sus medios. Es nuestra vida que debe hablar, una vida que debe transparentar la alegría y la belleza de vivir el Evangelio siguiendo a Cristo. ¿Cómo presentar este mensaje en un mundo líquido?
En la modernità liquida, gli individui vivono nella solitudine a causa della scarsa presenza di amici e soffrono più gravemente di malattie a causa dell'assenza di legami di amicizia solidi. Le persone sono trattate come merci. Se presentano qualche difetto, possono essere sostituite da altre. Non vogliono responsabilità e non hanno vissuto relazioni serie e durature. L'amore non ha più lo stesso significato, è stato alterato diventando qualcosa di flessibile, molto diverso dal suo vero significato. Tutto indica che l'individualismo, la sofferenza e la solitudine siano i principali problemi della società.
La grande sfida è valorizzare i legami umani fin dall'infanzia, utilizzando eticamente i social media e le nuove tecnologie per il bene comune. "Per la Chiesa, il nuovo mondo del cyberspazio è un'esortazione a utilizzare il suo potenziale per proclamare il messaggio evangelico" (DA, 487). "Internet è un mezzo che può offrire magnifiche opportunità di evangelizzazione, se usato con competenza" (DA, 488). Diventa anche un luogo di evangelizzazione e dialogo, di scambio di esperienze di fede e religione, di collaborazione per il bene comune.
Il sentimento di "bene", di "toccare il cuore", di produrre una sensazione di tipo emotivo, sembra determinare la scelta di una determinata Chiesa e la sua relazione con Dio. Queste sono le principali motivazioni per scegliere la religione, in base allo stato d'animo. Le motivazioni per abbandonare e disaffiliarsi sono di natura personale. La tradizione e la dottrina perdono peso nella scelta.
Ognuno costruisce la propria fede e religione in base alle proprie esigenze immediate. Il valore ultimo o il criterio di misura è la persona stessa. La persona si sente libera di partecipare a un culto evangelico, a una cerimonia buddista o a un rituale afro senza restrizioni, così come partecipare a una messa.
Il Vangelo di Matteo racconta che un giovane si avvicinò a Gesù chiedendogli: "Che cosa devo fare per ottenere la vita eterna?" Gesù gli disse di osservare i comandamenti. Lui rispose che li osservava già da giovane, e Gesù gli disse che se voleva scegliere la via perfetta, dovesse vendere tutto e seguirlo. Il giovane se ne andò triste perché possedeva molte ricchezze (Mt 19). Questo è un testo che mostra che c'è un modo diverso di pensare secondo il Vangelo. Gesù non può essere compreso nelle sue esigenze quando non c'è una base, una formazione o altri valori nella persona.
Il mondo è cambiato, sta cambiando e cambierà ancora di più, portando sempre nuove sfide e nuove richieste. Gli eventi contemporanei sollevano domande, sia per la missione pastorale, la nuova evangelizzazione e la missione ad gentes.
Il Papa Francesco, nella lettera per l'Anno della Vita Consacrata, assicura che la vita consacrata non sta crescendo; si possono organizzare belle campagne vocazionali, ma i giovani saranno attratti non tanto dal nostro discorso quanto dalla percezione che siamo uomini e donne felici. Allo stesso modo, la vita consacrata non dipende dall'efficacia e dalla forza dei suoi mezzi. È la nostra vita che deve parlare, una vita che deve trasparire la gioia e la bellezza di vivere il Vangelo seguendo Cristo. Come presentare questo messaggio in un mondo liquido?
En la modernidad líquida, los individuos viven en soledad por la escasez de amigos y sufren más gravemente de enfermedades debido a la ausencia de lazos fuertes de amistad. Las personas son tratadas como mercancía. Si se les encuentra algún defecto, pueden ser cambiadas por otras. No quieren responsabilidad y no han vivido relaciones serias y duraderas. El amor ya no tiene el mismo significado, ha sido alterado como algo flexible, muy diferente de su verdadero significado. Todo indica que el individualismo, el sufrimiento y la soledad son los principales problemas de la sociedad.
El gran desafío es valorar los vínculos humanos desde la infancia, utilizar éticamente las redes sociales y las nuevas tecnologías para el bien común. "Para la Iglesia, el nuevo mundo del ciberespacio es una exhortación a utilizar su potencial para proclamar el mensaje evangélico" (DA, 487). "Internet es un medio que puede ofrecer magníficas oportunidades de evangelización, si se usa con competencia" (DA, 488). Se convierte también en un lugar de evangelización y diálogo, de intercambio de experiencias de fe y religión, de trabajo conjunto a favor del bien común.
El sentimiento de "bienestar", de "tocar el corazón", de producir una sensación de tipo emocional, parecen determinar la elección de una Iglesia en particular y su acercamiento a Dios. Estas son las principales motivaciones para elegir la religión, según el estado de ánimo. Las motivaciones para abandonar y desafiliarse son de orden personal. La tradición y la doctrina pierden peso en la elección.
Cada uno construye su creencia y religión según sus necesidades inmediatas. El valor último o patrón de medida es la propia persona. La persona se siente libre tanto para asistir a un culto evangélico, participar en una ceremonia budista o en un ritual afro sin restricciones, así como para asistir a una misa.
El evangelio de Mateo cuenta que un joven se acercó a Jesús para preguntarle: "¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?" Jesús le dijo que guardara los mandamientos. Él replicó que ya los observaba desde joven, a lo que Jesús le dijo que, si quería elegir el camino perfecto, vendiera todo y lo siguiera. El joven se fue triste porque poseía muchas riquezas (Mt 19). Este es un texto que muestra que hay otra manera de pensar según el evangelio. Jesús no puede ser entendido en sus exigencias cuando no hay una base, una formación u otros valores en la persona.
El mundo cambió, está cambiando y cambiará aún más, trayendo consigo siempre nuevas exigencias y nuevos desafíos. Los hechos contemporáneos suscitan cuestionamientos, tanto para la pastoral misionera, la nueva evangelización y la misión ad gentes.
El papa Francisco, en la carta con motivo del Año de la Vida Consagrada, garantiza que la vida consagrada no está creciendo; se pueden organizar bonitas campañas vocacionales, pero los jóvenes se sentirán atraídos, no por nuestro discurso, sino en la medida en que vean que somos hombres y mujeres felices. De igual manera, la vida consagrada no depende de la eficacia y la fuerza de sus medios. Es nuestra vida la que debe hablar, una vida que debe transparentar la alegría y la belleza de vivir el Evangelio siguiendo a Cristo. ¿Cómo presentar este mensaje en un mundo líquido?
